La regla de los tercios se emplea como instrumento de composición de imágenes. Se trata de un sistema empleado para compensar las imágenes dividiendo el espacio en tercios. Estos tercios se obtienen mediante una serie de líneas que conforman una cuadrícula de 3×3, indicando en sus intersecciones los puntos de máximo interés.
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La regla de los tercios
Una técnica artística indispensable
Como explicábamos en la introducción de este artículo, la regla de los tres cuartos divide una imagen en nueve partes diferentes mediante el uso de líneas imaginarias.
Los puntos de intersección de estas líneas son muy recomendables para organizar la imagen, sirviendo para distribuir sus objetos en función de la atención que queramos captar hacia cada uno de ellos.
Esta norma ha sido empleada durante siglos en escenas de paisajes, bodegones y retratos; siendo adaptada en la actualidad a otras artes como la fotografía, el cine y por que no… la cocina.
Regla de los tercios en el emplatado
Si queremos aplicar esta regla como técnica de emplatado, debemos en primer lugar dividir la zona útil del plato en 9 secciones. Como en la visión del comensal e incluso del cocinero no es en planta, sino más natural, deberemos buscar altura en el emplatado. Por este motivo situaremos el género principal del plato en una de las dos intersecciones traseras para evitar que tape el resto de componentes de la presentación.
Acto seguido dispondremos las guarniciones y salsas en las demás intersecciones, en función de la cantidad de elementos de menor peso que vayamos a emplear para guarnecer el plato. La mayor eficacia de esta técnica durante el emplatado la conseguiremos disponiendo el elemento principal en una de las intersecciones traseras y las guarniciones o elementos secundarios en la intersección delantera contraria, describiendo una diagonal imaginaria.
La composición debe siempre tirar hacia el centro del plato, cargando el peso del mismo hacia el punto en el que se encuentra el producto protagonista, pero sin dejar una notable separación entre este y sus acompañantes.
Ejemplos de emplatado con la regla de los tercios
En el primer ejemplo podemos observar unas carrilleras de cerdo estofadas, situadas en el punto superior izquierdo. En este caso la guarnición se emplea en primer lugar para dar altura al género principal, pero también para rellenar las otras 3 intersecciones o puntos de interés.
La segunda imagen ilustra una sencilla ensalada de rulo de cabra y jamón. Los ingredientes principales se colocan hacia el punto superior derecho y el resto de ingredientes tienden hacia la diagonal, terminando de dibujarla con la crema de vinagre balsámico.
Como podéis ver, existen muchas posibilidades de emplatado con la regla de los tercios como técnica motriz, pero la base es siempre la misma: un género principal con algo de altura en el tramo trasero y una serie de componentes secundarios que buscan la diagonal, rellenando las demás intersecciones e incluso el espacio central.